Para mí en particular son miradas que enamoran.
Pocas cosas son tan especiales en la vida, mágicas y a la vez esenciales para crear un vínculo fuerte, que mirarle la cara a nuestro bebé cuando está tomando su lechita, ya sea el pecho o biberón. Ese momento mágico que nuestro bebé nos mira y nos descubre realmente es maravilloso.
Durante la crianza no podemos descuidar esos pequeños detalles. Todo gesto, toda palabra o hábito que establezcamos con nuestros bebés fortalece un anclaje por así decirlo psicólogo en el cerebro de los niños.
Mirar a tu bebé de la clave de su desarrollo social y emocional y a pesar de que su vista no es muy aguda, el recién nacido cuenta con otro sentido que tiene increíblemente desarrollado, el olfato, y su hay un olor que adora, que reconoce por encima de cualquier otro y que le relaja es el tuyo, el de si madre.
Mirar a nuestro bebés a los ojos es vital vas a crear un lazo irrompible en su cabecita aún inmadura.
Tu eres el espejo en el que se verá reflejado, ese rostro que lo atiende con cariño, le divierte, le hace reír, lo hace sentir bien u ante todo le da seguridad y protección. Todo eso le confiere ese equilibrio mental y emocional donde descubrirse así mismo como persona.
Esa interacción tiene un claro componente social donde el niño irá poco a poco, abriéndose paso teniendo ma fuerza de ese vínculo de apego formidable.
¿Y a quien no le gusta esa mirada tan tierna de nuestros hijos? En mi caso siento que cada día crece más el vínculo de mi hija conmigo, desde que nació la adoro pero cada día crece un sentimiento tan especial y esa interacción de ella conmigo me derrite el corazón.
¿Y a ustedes les gusta esa miradita tan tierna de sus bebés?
¿Te gusto este post?
Déjame tu opinión en los comentarios, ya sabes que me encanta leerte.
0 Comments:
Publicar un comentario